Era un Espejismo
Era un espejismo
José Luis Lens 31/10/2019
Talibanes del neoliberalismo!!
Libertarios de la libertad del zorro en el gallinero!!
Basta de intentar manipularnos!!
El Chile país que nos tiraban todo el tiempo por la cabeza como ejemplo exitoso, no era un oasis, era un espejismo!!
¡A los talibanes del neoliberalismo que tenemos en casa!!: Gustavo Milei, José Luis Spert, Diego Giacomini, Agustín Etchebarne, Aldo Abraham, Iván Carrino, Alberto Benegas Lynch hijo y otros de la región, como el abogado chileno Axel Kaiser y la politóloga y periodista guatemalteca Gloria Álvarez Cross!, les preguntamos: ¿van a seguir poniendo a Chile como el modelo de país a seguir? ¿Tienen cara y fundamentos para seguir con ese verso? Ustedes dogmáticos insufribles, que no entienden nada de política o, mejor, que intencionalmente la sacan de escena para poder engañar con sus análisis económicos descontextualizados, puramente técnico y grotescos a una parte despolitizada de la ciudadanía, tomen nota de que el alumno aventajado de Washington en la región, el oasis según Sebastián Piñera, ha sido aplazado por el pueblo chileno en pleno. En realidad, no era más que un espejismo, que desgraciadamente duró casi treinta años, con toda la miseria y el dolor humano, ya irreversible, que causó.
La explosión del pueblo chileno, que lamentablemente no se pudo canalizar políticamente, lo que tampoco todavía se vislumbra, no obstante, ya se convirtió en un hito histórico que alumbra el futuro de nuestra región y el mundo. Le puso punto final a una vil mentira que tuvimos que rumiar y soportar durante décadas. Aunque por cierto que el modelo genocida no está muerto, la invocación actual, que propuso Cristina en la campaña, debe ser el faro que nos guie: “Nunca más el neoliberalismo”.
El neoliberalismo es una monstruosa usina de desigualdad. Pero la verdad tarde o temprano sale a la luz. El neoliberalismo es un modelo socio-económico-político contra natura. Contra los pueblos. Contra la gente. Contra la humanidad. Carece de un principio civilizatorio. Es un modelo incapaz de “ordenar” sociedades humanizadas, incapaz de canalizar una vida digna de las personas. Y esto es harto evidente, no hace falta buscar ni imaginar muchas argumentaciones y fundamentaciones.
No importa de qué partido político seas simpatizante, o en cuál estés afiliado. No importa si sos socialista, comunista, radical, peronista o de Juntos por el cambio. Mientras no formes parte de la oligarquía egoísta y sin patria, estás en el amplio campo popular. Si este es tu caso, el neoliberalismo es tu peor enemigo y tenés que aprender a luchar para que no te impida ser y realizarte en una sociedad y en un mundo, como decía el inolvidable Paulo Freire, “donde sea posible amar”.
Y esta lucha comienza con la elevación de tu nivel de consciencias política.
