Educación

La canallesca coartada educacionista de la oligarquía de siempre

La canallesca coartada educacionista de la oligarquía de siempre

Educacionismo y mitos sobre la educación - YouTube

Poner a la educación por sobre la política ha sido históricamente, y lo sigue siendo como lo podemos ver hoy, una estrategia ideológica de los sectores dominantes que tiene su base en la naturalización de esta distorsión en el imaginario de la ciudadanía.

Han intentado, y lo han logrado en gran medida, instalar la idea de que la educación es el motor de la transformación social, cuando está claro que la educación es un factor interviniente, pero no determinante del cambio. De esta forma se dota a la educación de un valor y un poder que no tiene para transformar la realidad, con lo cual se oscurece el papel determinante que sí tiene la política.

En el marco de un terrible pandemia que azota al mundo y que pone en peligro la vida de todos los argentinos y al borde del colapso a su sistema de salud, Juntos por el cambio, de la mano del gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, con miserables intenciones partidarias, agita una vez más la ideología “educacionista”, que lamentablemente está incorporada y naturalizada en una parte de la ciudadanía. Fíjense el valor que le otorgan a la educación, que la ponen por encima de la vida. Y esto sin quitarle la importancia que debemos reconocerle. Recordemos el antiguo y sabio proverbio romano: Primum vivere deinde philosophari” (primero vivir y después filosofar).

Es increíble que en una situación como la que estamos viviendo tengamos que estar debatiendo respecto de “presencialidad sí o presencialidad no” en la educación, cuando “todo” nuestro esfuerzo debe canalizarse en ver cómo paramos el tsunami que está a punto de devorarnos. Nunca en mi vida, y ya tengo unos años, vi una dirigencia política tan espantosamente canalla como la de Juntos por el cambio. Es indignante comprobar cómo utilizan en forma partidaria una desgracia como la de la pandemia. Dan asco!!

En mi libro “Educar para cambiar el mundo” (2012), explico en forma sintética la manipuladora ideología del “educacionismo”, he aquí unos párrafos:

“El educacionismo es la tendencia a atribuirle a la educación un poder que no tiene para transformar la realidad social. Preguntémonos cuántas veces hemos escuchado la frase, ya naturalizada: ¡el problema de la Argentina es la educación!

El enfoque educacionista atribuye a la educación el poder de transformar la realidad, supuesto del cual surge el concepto erróneo de que los principales problemas de los países no desarrollados como el nuestro, por ejemplo, la pobreza, la desnutrición infantil, el desempleo, el estancamiento social y económico, etc., se solucionarían mejorando la educación. Por lo tanto, el educacionismo despolitiza la cuestión social y la educación. Esta perspectiva de análisis se olvida (entre comillas) que las fuerzas que moldean la educación, que son las mismas que moldean hoy a las sociedades y al mundo, no van a permitir que la educación se convierta en la palanca de una transformación social progresista. “Las clases dominantes no se suicidan”, decía Paulo Freire. Asimismo, también resulta evidente que la educación no es la palanca de la transformación social, sino un factor interviniente, importante, pero sólo interviniente, ya que los problemas sociales y económicos tienen un componente y una solución que son eminentemente políticos.

Si los principales problemas que nos aquejan, por ejemplo el de la pobreza, no se atacan con verdaderas políticas de Estado, y no sólo con las de los gobiernos transitorios que las abandonan, cambian y traicionan continuamente, jamás saldremos del estancamiento en el que estamos sumergidos como sociedad y país. La derrota de la pobreza, que es fundamental para poder hablar de un país digno, requiere abordar una cantidad de problemas que, por ahora, no se han considerado y analizado seria y patrióticamente (disculpen por usar este concepto tan bastardeado, pero es bueno saber que existe en su versión digna). Nos referimos al “olvido”, por parte de los sucesivos gobiernos, del estancamiento socio-estructural de una gran cantidad de poblaciones, sin atención de salud, sin empleo, con trabajo en negro, salarios indignos, pésimo acceso a la vivienda para los sectores populares, falta de crédito para la primera vivienda para los sectores medios, etc., etc.

Sin prestarles verdadera atención a estos problemas, será imposible comenzar algún tipo de transformación. Es increíble que un país productivo como la Argentina, capaz de alimentar a trescientos millones de personas, mantenga en el hambre al treinta y, en determinados momentos, el cuarenta por ciento de su población. Esto es inadmisible. Es ridículo pensar que escolarizando a los pobres, sin atacar fundamentalmente estos problemas, estaremos en el camino de un verdadero cambio social. No obstante, no son pocos los expertos y profesionales de la educación, sociólogos, investigadores, analistas, intelectuales, periodistas especializados, y por qué no decirlo, ciudadanos comunes, que sostienen esta tesis mentirosa y reveladora de una ideología súper conservadora”[1].

  1. Lens, José Luis (2012) Educar para cambiar el mundo. Los momentos de una transformación liberadora en la educación. Buenos Aires: www.bajalibros.com Ver: “Los “ismos” de la educación”, página 207.

José Luis Lens

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Actualmente, Profesor Titular de la Cátedra de Educación Popular en la FCH-UNCPBA y Profesor Adjunto de Ciencias Políticas en la UBA-CBC.

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