Medios de comunicación

Quiénes son los violentos

¿Quiénes son los violentos?

Resultado de imagen para saqueo a los jubilados

Los medios hegemónicos liderados por el Grupo Clarín, y algunos que hasta hace poco eran relativamente críticos del gobierno, como Minutouno de Gustavo Silvestre, centraron sus análisis en la “violencia” de algunos grupos, denominados “inadaptados”, mostrando, con prioridad y en forma repetitiva, la imagen de un manifestante tirando bombas de estruendo con un mortero casero. ¿Qué es lo que queda en la cabeza de los televidentes? Que la violencia se origina allí, en un grupúsculo de tira bombas de estruendo y tirapiedras, lo que justificaría la brutal represión policial. En primer lugar, habría que constatar dos hechos, que sin duda pudieron darse. Primero, que la violencia pudo haber comenzado del lado de la policía. No es descabellado pensar que algún policía, temeroso frente a tanta gente enardecida contra la canallada macrista, lanzara un gas o disparara una bala de goma. Lo que sin duda, da para generar la respuesta de piedras, único argumento defensivo de que disponen los manifestantes que se ven amenazados por el avasallante despliegue de armas de la represión gubernamental. No justifico esta acción, pero pudo ser así. Segundo, tampoco está demostrado que quienes tiraban piedras no eran infiltrados del gobierno para justificar la brutal represión. Esta comprobado que hubo infiltrados. Pero, más allá de todo esto, la verdadera violencia, la auténtica violencia, la violencia de raíz, la violencia esencial, la violencia originaria viene de arriba. Qué duda puede caber de que:

Violencia es ajustar a los que menos tienen para darle a los que más tienen.

Violencia es estafar a la población con promesas que después no se cumplen.

Violencia es decir, con el mayor cinismo e hipocresía, que el objetivo es la “pobreza cero”, mientras, por un lado, se saquea a los jubilados, los niños de la AUH, los discapacitados, los combatientes de Malvinas y los sectores más vulnerables de la población. Y por el otro, se le reducen los impuestos a las corporaciones y a los ricos.

Violencia es quitarle las pensiones a los discapacitados.

Violencia es generar desocupación con la premeditada idea de bajar los salarios.

Violencia es monopolizar el espacio mediático con el objetivo de ocultar la corrupción oligárquica y desinformar pavorosamente a la población.

Violencia es mentir descarada, cínica e impunemente como los hacen los políticos y funcionarios de Cambiemos, comenzando por el Presidente Mauricio Macri.

Violencia es manipular a la población con discursos y estrategias maquiavélicamente calculadas por asesores sin escrúpulos como Jaime Durán Barba.

Violencia es silenciar a las cada vez más escasas voces críticas de los medios de comunicación.

Violencia es blindar y militarizar el Congreso, porque el Congreso es del pueblo.

Violencia es manejar a los jueces mediante carpetazos, para que traicionen vilmente su juramento de ser imparciales.

Violencia es extorsionar a los gobernadores para que traicionen la lealtad que le deben a sus sociedades.

Violencia es amenazar con carpetazos a los dirigentes sindicales para que traicionen a los trabajadores, a quienes, como primer objetivo de su rol, deben defender.

Violencia es seguir al pie de la letra las recetas ajustadoras y deshumanizadas del FMI.

Violencia es endeudar al país en un festival de fuga de capitales, que son necesarios para solucionar los problemas de un montón de sectores vulnerables de la población.

Violencia es evadir impuestos y lavar dinero, escondiéndolo en los paraísos fiscales, como está comprobado que lo hicieron y siguen haciendo nuestro presidente Mauricio Macri y sus secuaces.

Violencia es estafar la pobre inocencia de la gente, como lo hizo y sigue haciendo, en forma cínica y descarada, Cambiemos.

Violencia es prometer lo que se sabe no se va a cumplir, como lo hizo y sigue haciendo, con el mayor de los cinismos e hipocresía, Mauricio Macri.

Violencia entregar el país a los poderes extranjeros, protegiendo y amparando a los terratenientes del Sur, como Lewis y Benetton, íntimos amigos de Macri.

Frente a todos estos actos de violencia que evidentemente ocultan los medios hegemónicos, cada vez más concentrados, los tirapiedras del lunes son moco de pavo. Por eso, los que ponen en primer plano a los que tiraban piedras y bombas de estruendo en la más que justificada expresión de protesta del lunes contra la barbarie macrista, por lo menos debemos acusarlos de funcionales a la derecha conservadora de Cambiemos, cuando no, de verdaderos mercenarios del peor y más dañino y perverso gobierno de toda la historia argentina.

La recomendación final es que debemos luchar y resistir de forma pacífica la opresión y el despojo de Cambiemos, pero sin olvidar nunca que la violencia engendra violencia, y los responsables son siempre quienes la inician.

 

José Luis Lens

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Actualmente, Profesor Titular de la Cátedra de Educación Popular en la FCH-UNCPBA y Profesor Adjunto de Ciencias Políticas en la UBA-CBC.

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