Geopolítica

El unilateralismo y la dialéctica de las tres patrias

El unilateralismo y la dialéctica de las tres patrias

Qué es la OTAN y por qué Rusia se opone a la organización defensiva a la  que se quieren unir Finlandia y Suecia - BBC News Mundo

Las tres patrias son: la “patria chica”, la “patria grande” y la “patria mundo”. Nuestra tesis es que hoy, en el contexto de la lucha por superar el unilateralismo que impone la hegemonía de los Estados Unidos en el mundo, no es posible pensar y defender la patria chica, sin pensar y defender a las otras dos. Las tres patrias están embarcadas en un destino común, porque lo que ocurre en una condiciona y determina lo que ocurre en las otras dos, por eso hablamos de la dialéctica de las “tres patrias”. Nuestro proceso de alfabetización política y compromiso en la lucha por un mundo mejor, nos obliga a tomar conciencia de esta dialéctica, que es lo que veremos a continuación.

Un político sabio sostenía y promovía, con mucho énfasis y verdad, la idea de que “nadie se realiza en una sociedad que no se realiza” y hoy, donde ya la globalización es un hecho evidente, porque todos los países y regiones dependemos cada vez más unas de otras, deberíamos ampliar la idea para tomar conciencia de que “en un mundo que no se realiza, ningún país, ninguna región, ni ninguna persona puede realizarse”.

El enfrentamiento de Rusia contra el avance de Estados Unidos (OTAN) en el Este de Europa, que dio origen al operativo bélico de desmilitarización y desnazificación de Ucrania, produjo un impacto en todo el planeta, empujando hacia arriba los precios de los alimentos y la energía, lo que golpea, en especial, a la clase trabajadora de los países del planeta. Es evidente que en un mundo globalizado, los que vivimos alejados de los escenarios de guerra ya no podemos pensar que no es importante lo que ocurre en él. La “patria mundo” condiciona a la “patria chica” y la “patria grande”. Por eso, también la “patria mundo” debe preocuparnos cada vez más. La hegemonía de los Estados Unidos y sus socios subordinados a ella no sólo es un flagelo directo para nuestro país y la región, sino que su intervencionismo en el resto del mundo también nos afecta de forma severa.

Aquí está en juego, sin duda, la suerte de un mundo “unilateral”, esto es, conducido por una sola potencia, los Estados Unidos y sus aliados subalternos, como Europa, por ejemplo, o un mundo “multilateral”, donde no existe un poder hegemónico movido exclusivamente por su “voluntad de poderío”, por lo tanto, que pretende imponerle al mundo, en forma dictatorial, sus creencias, sus ideas y su forma de sociedad. Sin duda, Rusia, lamentablemente con los costos humanos, los más dolorosos, que siempre acarrean las acciones bélicas, le puso un límite a la prepotencia del unilateralismo norteamericano y sus aliados subordinados. Este es, sin dudarlo, más allá del dolor que entraña una guerra, un hito histórico de gran relevancia para el mundo.

La guerra es repudiable, es una de las peores desgracias para la humanidad y debemos evitarla de todas las formas posibles. Pero frente a un poder omnímodo, implacable, devorador, impiadoso, que no tiene límites de ningún tipo, como el unilateralismo hegemónico de los Estados Unidos, el verdadero demonio del mundo, que no entiende razones de ningún tipo, que cree en forma desmedida en el poder de la fuerza, que detesta el diálogo, es entendible que obligue, a quienes tienen el poder para hacerlo, a levantarse en armas para impedir sus intolerables abusos de poder. El daño que potencias depredadoras como el establishment de los Estados Unidos le causa al mundo, porque su pueblo también es abusado, es intolerable y no debe ser permitido. Sin embargo, es de lamentar, que esta conciencia esté dormida en tantas personas. Lo que tiene una explicación, la hegemonía de los Estados Unidos no es sólo material y militar, sino que se expresa especialmente en su control cultural monopólico de los medios de comunicación y las redes sociales. Su poder para lavar cerebros es inmenso y lo vienen desarrollando desde hace mucho tiempo. Respecto de las redes sociales, no podemos ignorar que son alimentadas por las grandes plataformas digitales que están bajo su dominio e influencia, nos referimos fundamentalmente a Google, Facebook, Apple y Microsoft. Imaginemos, con el poder que poseen para desinformar, manipular y condicionar las conductas de las poblaciones mediante los macro datos gestionados por algoritmos de inteligencia artificial, el daño comunicacional que pueden hacer, que ya han hecho y están haciendo.

En el espacio comunicacional (medios de comunicación y redes sociales) que controlan, que es impresionante, han logrado instalar escandalosas e indignantes ideas, como que el agresor demoníaco es Vladimir Putin, que los Estados Unidos y la OTAN quieren la paz y que la población ucraniana está involucrada en una lucha patriótica contra el agresor ruso. Cuando es todo lo contrario, el agresor desenfrenado son ellos, que alimentan guerras en todo el mundo para desgastar a los enemigos, fragmentar las regiones, aplastar a sus pueblos y poner en juego su diabólico complejo militar industrial. No hay duda de que los Estados Unidos, con el sello de la OTAN, están dispuestos a luchar hasta el último ucraniano, los que no pelean por su país, sino que están defendiendo los intereses de los Estados Unidos y sus socios subordinados, engañados por una clase política títere y traidora. Esta es la cruda realidad.

Los Estados Unidos actúan imponiendo su autojustificación del Destino Manifiesto. Se creen los dueños del mundo, por lo que se sienten legitimados para prohibirles ser a todos los demás. Son enemigos declarados de la co-existencia pacífica, posición que instala la guerra como único camino para resolver los conflictos. Así, impidieron e impiden el desarrollo de los países de nuestra región, promoviendo todo el tiempo su fragmentación interna y destruyendo la posibilidad de nuestra integración regional. Lo mismo hicieron y promueven en el Medio Oriente y en Europa. Poseen alrededor de ochocientas bases militares en todo el mundo (setenta y cinco en América latina). Son la única potencia en la historia que utilizó armas nucleares contra poblaciones civiles indefensas (Hiroshima -6/8/1945 y Nagasaki -9/8/1945). Los Estados Unidos son la mayor amenaza que hoy tiene la humanidad. Debemos tomar conciencia de esta realidad.

Estados Unidos convirtió en realidad la magnífica cita del poeta Charles Baudelaire: ”El mejor truco del diablo fue convencer al mundo de que no existía”. Mientras hace todo tipo de acciones diabólicas para arruinarlo, su éxito más grande es haber convencido al mundo de su intención de salvarlo.

Sin pueblos empoderados, y los pueblos se empoderan con pensamiento crítico y conciencia política, es imposible pensar en detener la máquina de destrucción que significa está potencia depredadora. Algunos dirán que lo que falta son líderes, pero no los hay, no emergen, porque las posibilidades de empoderamiento de los pueblos se han reducido de forma notable. Y los líderes, como las plantas, no nacen en cualquier parte y de cualquier forma, sino que requieren de una tierra fértil. Por eso, sin pueblos empoderados, será muy difícil que puedan nacer los líderes que hoy necesitamos. Pero esto no quiere decir que la construcción de poder popular sea un imposible.

José Luis Lens

17-5-2022

 

José Luis Lens

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Actualmente, Profesor Titular de la Cátedra de Educación Popular en la FCH-UNCPBA y Profesor Adjunto de Ciencias Políticas en la UBA-CBC.

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