Corrupción

Corrupción K – Corrupción K – Corrupción K – y la Corrupción M

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Está claro que la lucha contra la corrupción es una hipótesis cínica e hipócrita del neoliberalismo en la region. En el caso argentino, el Contubernio[1] la está usando en forma manipuladora hasta el agotamiento. Las tapas de diario Clarín señalan con una recurrencia abrumadora la formula clave con la que se legitima el Contubernio: La corrupción K. Pero de la corrupción M que, como veremos, es infinitamente más dañina y prejudicial para la gente y el país que la K, ni una palabra.

La corrupción estructural es un dato intrínseco del sistema capitalista neoliberal, que está invisibilizado para las poblaciones. El lavado de dinero, la evasión de impuestos y la fuga de capitales, salvo las filtraciones informáticas, es un dato ajeno a los medios de comunicación masivos desde los cuales se informa la opinión pública. Los daños que esta corrupción estructural provoca en los pueblos son incalculables. La legalidad que se le pretende otorgar a las empresas offshore refleja claramente el cinismo del periodismo adicto del establishment y la nula voluntad política del sistema por solucionar este problema. Entidades y empresas que se crean con el fin de ocultar y lavar dinero, por más legales que se declaren, por más leyes que las legalicen, son absolutamente impugnables desde lo ético. Son totalmente corruptas[2].

La evasión de impuestos a gran escala a través de las empresas offshore y los paraísos fiscales, tiene un impacto enormemente dañino en la realidad de la pobreza y el hambre en el mundo. ¿Está este tremendo daño a la vida y bienestar de miles de millones de personas, visibilizado en los grandes medios de comunicación? Está claro que no. Salvo la espectacularidad de filtraciones como la que señalamos en la nota al pie, el silencio es de tumba. Responde a una lógica del poder que la corrupción estructural, que tiene una dimensión global, pero que también está instalada en los diferentes países del planeta, no sea un dato a revelar para los grandes monopolios mediáticos, porque, claro, sería una especie de suicidio. Los capitales que circulan en los paraísos fiscales son una parte sustancial del orden capitalista neoliberal, por lo tanto, su denuncia no es algo esperable, salvo casos como el de los Papeles de Panamá[3], que parecen tener una intencionalidad geopolítica y económico-financiera.

Sobre la corrupción existe una gran ignorancia de una parte importante de la población. En primer lugar, la corrupción es un fenómeno tranversal a “todos” los gobiernos. Tanto es así que existe un ranking mundial de corrupción. Todos los gobiernos tienen un determinado nivel, mayor o menor, de corrupción. En parte, esto se explica por el carácter de las democracias representativas, donde la despolitización de la población la inhablita para incidir y controlar a sus respresentantes. Por otro lado, existen por lo menos, dos tipos de corrupción, la estructural y la coyuntural. La corrupción estructural es la del sistema, la del orden capitalista neoliberal. La coyuntural, por su parte, es la que se recorta en el marco de los gobiernos locales. Aunque ambas están vinculadas, como vemos, se diferencian. Es interesante lo opinión del reconocido economista Aldo Ferrer al respecto:

“Se puede distinguir también, entre la corrupción circunstancial y la sistémica. La primera se configura en maniobras vinculadas con operaciones puntuales, su modalidad más notoria es la “coima” y consiste en el soborno, por un precio, de quien tiene autoridad de disponer de un activo o un servicio, que no le pertenece. La sistémica consiste, principalmente, en adoptar decisiones y políticas que generan rentas privadas que perjudican el interés público. Las mismas suelen estar sectorialmente orientadas, por ejemplo, en normas referidas al sector financiero. De tal modo, es en esos sectores en donde se producen los hechos más graves” (“Economía Política de la Corrupción”, en Diario Buenos Aires Económico, 22 de enero de 2009).

¿Hubo actos de corrupción en el Kirchnerismo? Sí, los hubo, pero pertenecen a la primera de las modalidades. Fueron operaciones puntuales de coima y soborno ejecutadas por funcionarios, pero con la inestimable colaboración del megaempesariado que puso las coimas y los sobornos. En este sentido los contratos de la obra pública con el Estado posibilitaron y siguen posibilitando este accionar corrupto del contubernio funcionarios y politicos-empresarios privados.

Aprovechando la debilidad críítica e ignorancia política de gran parte de la población[4], la derecha conservadora neoliberal, en este caso, el Contubernio Cambiemos-Grupo Clarín-Comodoro PY, fabricó y puso a andar, lamentablemente con gran rédito, la idea de la Corrupción K.. Tenemos que ser muy estúpidos para no ver cómo la mafia mediática, comandada por el Grupo Clarín, produce miles de tapas para su diario con la Corrupción K y cero con la Corrupción M. Este solo hecho basta para demostrar el juego desvergonzado del Contubernio. Esto no resiste el menor análisis.

Pero debemos modificar un poco lo que nos comunicaba Aldo Ferrer. Deberíamos realizar una nueva clasificación dentro de los gobiernos locales, porque nunca en nuestra historia el Estado estuvo en manos de los megaempresarios. Por eso, a la corrupción gubernamental mediente coimas y sobornos, le debemos agregar la corrupción gubernamental a partir del uso del Estado para hacer negocios. Esto último es completamente nuevo en la Argentina, y sus consecuencias negativas para el pueblo son infinitamente mayores que las de la corrupción de coimas y sobornos. Sin embargo, los medios hegemónicos mafiosos, con el Grupo Clarín a la cabeza,no dicen ni ni una palabra de esta circunstancia tan aciaga para el pueblo y la nación argentina.

En síntesis, el Contubernio practica una doble corrupción estructural: 1) La de la entrega del país al sistema financiero internacional, lo que queda claro a partir de su sometimiento a las criminales recetas del FMI, como la flexibilización laboral, la reforma provisional y la reforma impositiva, que imponen severos recortes de las políticas públicas que deben favorecer a los trabajadores y sectores más vulnerable de la sociedad y 2) El uso del Estado para beneficiar a sus propias empresas y hacer todo tipo de negocios,. Como, por ejemplo, aumentar los peajes para que luego el Presidente venda sus acciones en dichas empresas a un precio fabuloso.

Si esto no es traición a la Patria, ¿la traición a la Patria dónde está?

En síntesis, la enorme y peversa corrupción M está súper blindada. Todos los días el Contubernio silencia una voz crítica. Y cuando nadie investigue y nadie informe, ¿que vamos a hacer? ¿nos acostumbraremos a vivir en una burbuja? En ese momento habrá muerto la democracia, el país estará quebrado y nos estaremos arrepintiendo de habernos dado cuenta tan tarde de la estafa política del Contubernio.

  1. El Contubernio es la unión espuria conformada por Cambiemos, el Grupo Clarín y Comododo PY.
  2. No obstante, los funcionarios militantes del Contubernio no se cansan de repetir -en defensa de los funcionarios M, comenzando por el Presidente, que están vinculados a paraísos fiscales- que las empresas offshore no son ilegales, que lo ilegal sería no declararlas. Realmente nos toman el pelo, ya que es absurdo declarar una empresa cuyo objetivo principal es evadir impuestos y lavar dinero.
  3. Los Panama Papers o Papeles de Panamá es el nombre que los medios de comunicación le dieron a una filtración informática de documentos confidenciales, considerada la más grande de la historia, de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca. El periódico alemán Süddeutsche Zeitung, recibió una entrega de 2,6 terabytes de información de parte de una fuente no identificada, que luego compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. En dicha información se revela el ocultamiento de propiedades de empresas, activos, ganancias y evasión tributaria de jefes de Estado y de gobierno, líderes de la política mundial, personas políticamente expuestas y personalidades de las finanzas, negocios, deportes y arte. Los implicados contrataban, en el bufete de abogados consultores de empresas, Mossack Fonseca, servicios para fundar y establecer compañías, que se inscribían en un paraíso fiscal, con el objetivo primario de «ocultar la identidad de los propietarios». Entre los personajes importantes encontrados está nuestro Presidente Mauricio Macri. Recientemente han aparecido los Papeles del Paraíso, una nueva filtración, en la que están presentes dos altos funcionarios del gobierno actual, Luis Andrés Caputo, Ministro de Finanzas y Juan José Aranguren, Ministro de Energía. No obstante su valor de denuncia, vale tener en cuenta que esta filtración está sospechada de ser un intento de cambiar el flujo del dinero negro, de unos paraísos a otros.
  4. Las debilidades de los oprimidos, son las fortalezas de los opresores. Simone de Bauvoir decía: “El opresor no sería tan fuerte, si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”

José Luis Lens

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Actualmente, Profesor Titular de la Cátedra de Educación Popular en la FCH-UNCPBA y Profesor Adjunto de Ciencias Políticas en la UBA-CBC.

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