Cinismo y cipayismo del periodismo basura
Cinismo y cipayismo del periodismo basura
El periodista más influyente y escuchado del país para el diario Clarín, Marcelo Longobardi, dijo lo siguiente:
«Lo del juez Eduardo Freiler es el primer gesto duro de poder hacia afuera. Le dijo al sistema político: acá mando yo ahora, y va por otros, como Daniel Rafecas. Fue un gesto de poder fulminante, inmediato, horas después de las Primarias», consideró Longobardi y luego agregó: «En este caso actuó como corresponde ¿O estamos esperando que Macri no transforme a la Justicia argentina? ¿O la Justicia se va a autotransformar? No, la va a tener que transformar alguien. Esto es lo mínimo que tiene que hacer Macri, lo mínimo».
¿Qué se desprende de las palabras de Marcelo Longobardi, el periodista más influyente del país?
1) Que todo su cacareo republicano es pura basura, porque desprecia completamente la división de poderes, atribuyéndole competencia y potestad al Ejecutivo para reformar al Poder Judicial. En este caso para que un mafioso como Macri coloque en el Poder Judicial a los jueces que necesita para hacer sus trampas, estafas y negociados con total impunidad, al mejor estilo Al Capone.
2) Que este periodista, que se llena la boca con la palabra democracia, en realidad la desprecia profundamente, porque llama transformar a la justicia a un acto de puro autoritarismo completamente inconstitucional.
3) Que es evidente que es un empleado de Mauricio Macri, un cipayo mercenario al servicio de la derecha conservadora neoliberal y, en este sentido, el cómplice de un mafioso.
4) Que su triste misión es lavar el cerebro de su audiencia con análisis malintencionados, mentirosos y manipuladores, asumiendo la deleznable tarea de trabajar para los enemigos del pueblo y los traidores a la patria, porque no cabe duda de que este gobierno está empobreciendo a la población y entregando la Argentina al mejor postor.
Sí señor Longobardi, Mauricio Macri actuó como corresponde, pero como corresponde a un mafioso con poder.
