Neoliberalismo

Basta de insultar la inteligencia de la gente, la verdad está quedando desnuda

Basta de insultar la inteligencia de la gente, la verdad está quedando desnuda

Resultado de imagen para el hit del verano

Una pandilla de mafiosos neoliberales se apoderó del gobierno después de estafar la buena fe de una gran parte de la población para que los vote. Pero lo realmente preocupante es el trasfondo de esta lamentable situación. La pandilla de mafiosos no está sola, sino que es una de las caras de un Contubernio siniestro formado por los capitanes de la industria, el Grupo Clarín, la justicia dependiente y subordinada al poder ejecutivo, los agro exportadores y, en general, el círculo rojo del que todos estos actores son parte. Y toda esta realidad local está promovida y respaldada por el sistema financiero internacional y la geopolítica imperialista de los Estado Unidos en la región, a quienes se subordina y beneficia.

Pero en este trasfondo hay más elementos, porque sin la “gobernabilidad” otorgada por los políticos traidores del Partido Justicialista y los sindicalistas burócratas de la CGT (Confederación General del Trabajo), Macrí no podría haberse sostenido.

Y ahora viene lo que para nosotros es más grave, la participación de una parte importante de la población. Aquí debemos sumar a un actor clave: la población, un término más general y abstracto que el de pueblo, aunque no hay duda de que una gran parte de la población está compuesta por sectores populares que, sin duda, votaron en contra de sus intereses. Y lo hicieron por la combinación de dos factores clave: 1) Su bajo nivel de alfabetización política y 2) La acción intencional manipuladora de los medios hegemónicos conducidos por el Grupo Clarín, que los desinformó y estafó, lo que no los exime de su responsabilidad ciudadana.

Está muy claro, si votamos a oligarcas tendremos políticas oligarcas. Es triste que esto no lo hayamos aprendido en la escuela. Aunque no tenemos que olvidar que la escuela, hija dilecta de la democracia liberal, es un bastión despolitizador. Aunque es cierto que no todo el pueblo está despolitizado, existe un porcentaje que participa y se moviliza, que sabe muy bien qué le conviene y qué no le conviene. Pero está visto que no alcanza para lograr una oposición determinante y definir una elección. El resto se divide entre el sector de la oligarquía y sus seguidores y aspirantes y un conjunto que históricamente se denominó y se sigue denominando “clase media”, una ciudadanía de opinión política y voto volátiles. Justamente, el sector volátil de clase media, tradicionalmente despolitizado, es el blanco predilecto del marketing del Contubernio. Y son, lamentablemente, quienes deciden las elecciones[1]. Aquí se sostiene nuestra tesis de que la lucha por la elevación del nivel de alfabetización política de la población es clave para derrotar a la derecha conservadora neoliberal.

Estamos convencidos que la peor de todas las derrotas es la de la conciencia. Cuando una parte considerable de la población cae en el fatalismo, la resignación y la anomia, cuando las offshore y que los ministros tengan el dinero en el exterior es algo “natural”, entonces, estamos en la peor de todas las situaciones. Cuando los funcionarios de gobierno, comenzando por el Presidente realizan todo tipo de negocios utilizando el Estado, sin que ello nos inmute y escandalice, entonces es que estamos realmente muy mal.

Cuando no nos indignamos frente a las lecturas que los periodistas operadores del gobierno hacen de los desastres, mentiras y relatos marketineros del Contubernio, estamos jodidos. A modo de ejemplo, miren lo que se dice en el Diario Clarín, en un Editorial de uno de sus pseudoperiodistas, del discurso del Presidente en la inauguración del período de sesiones del Congreso de la Nación. Creemos que es más que evidente que se trató del discurso de un pastor evangelista chanta, plagado de invocaciones de esperanza y de fe en el futuro, sobre la base de un conjunto de mentiras increíbles. Pero esto es lo que le cuenta a sus incautos lectores el editorial del operador;

“Macri entró de lleno en su tercer año de gobierno y nadie oculta ya sus planes de ir por la reelección. Su alter ego, Marcos Peña, quiso presentar esa intención como natural en Salta cuando pronosticó que habría una inflación de un dígito al término de la “primera gestión”. Fue un anticipo de que no habrá una tregua electoral hasta octubre, como se pensaba. Los motores han sido encendidos en el oficialismo. Tanto el discurso presidencial en el Congreso como la arenga, por así llamarla, de Macri a sus funcionarios un día después revelan optimismo en el futuro. (…) Hay variables que juegan: la fuerte reacción a la política proteccionista de Trump pueden afectar los mercados y encarecer la financiación externa del Gobierno. También el fuerte impacto de la sequía. Una agenda que no estuvo en la enumeración positiva de Macri ante la Asamblea Legislativa pero que conviene tener muy presente en cualquier contingencia. Cuanto más se hable de otras cuestiones, incluido el fútbol, y menos de la economía doméstica, será mejor para el oficialismo. Y también mientras los protagonistas sean aquellos dirigentes que están salpicados por todo tipo de denuncias y procesos, Macri obtendrá ventajas. Esa estrategia sigue siendo central. La introducción de cuestiones nunca abordadas por el Congreso como la despenalización del aborto, aun cuando el núcleo central del macrismo sea antiabortista, le ha permitido presentar una agenda más actual y urgente que la que la oposición más radical se imaginaba. Es un costado interesante de una acción que se sale de la previsibilidad del análisis político tradicional y se anima a otra apuesta, aunque ésta se haga desde una posición moderada”. (Ricardo Kirshbaum, La reelección de Macri, con una agenda positiva”. Diario Clarín, 4 de marzo de 2018).

Fíjense, por favor, cuál es la concepción de la política que tiene este editorialista, cuando dice:

Cuanto más se hable de otras cuestiones, incluido el fútbol, y menos de la economía doméstica, será mejor para el oficialismo. Y también mientras los protagonistas sean aquellos dirigentes que están salpicados por todo tipo de denuncias y procesos, Macri obtendrá ventajas. Esa estrategia sigue siendo central”.

Quiere decir que la política se debe hacer sobre la base de no tratar los problemas centrales de un país y su pueblo, sino distrayéndolo de mil maneras para que vuelva a meter la pata, para que vuelva a apostar en su contra. Realmente Ricardo Kirshbaum, estás tomándole el pelo a tus lectores, a no ser que a ellos le guste que los tomes por boludos.

La verdadera realidad es otra, como lo señala con total justeza Luis Brushtein, un periodista realmente competente y con dignidad, en el diario Página 12:

“Wall Street es una película de los ’80. Michael Douglas actúa en el personaje de Gekko, un broker financiero, estrella de la bolsa y de la elite de millonarios a quienes asesora. La película mostraba el mundo desalmado de la especulación y adelantaba la crisis brutal que esos abusos irían a provocar en la economía mundial. En ningún lugar del mundo estos personajes son valorados y mucho menos admirados o utilizados como paradigma social. El martes, el jefe de Gabinete, Marcos Peña se deshizo en elogios por el ministro de Finanzas, Luis Caputo, un broker que administró dos fondos de inversión, uno de ellos especializado en bonos de alto riesgo y alto interés, como los de la vieja deuda argentina, un fondo buitre.

Un consorcio internacional de periodistas de investigación descubrió que Caputo fue manager de esos fondos en los paraísos fiscales de las islas Cayman y en Delaware hasta el día anterior de asumir en el gobierno de Mauricio Macri y sin embargo no figuran en su declaración jurada. Caputo y su esposa ganaron una fortuna especulando con el dólar a futuro. Lo increíble es que el ministro que había invertido una fortuna en dólares fue uno de los que decidió la devaluación de 2015 y decidió el nuevo valor de la divisa norteamericana gracias a lo cual ganó esos millones.

Y otra más: por su función, Caputo forma parte del directorio del Fondo de Garantía de la ANSES. Y era dueño de la administradora de fondos Axis, que fue contratada por el Fondo de Garantía para intermediar en una operación similar a otras anteriores que nunca necesitaron intermediario.

Las frases famosas de Gekko parecen describir el paradigma de este gobierno de Cambiemos: “La codicia clarifica y capta la esencia del espíritu de evolución –enseña el maestro de las altas finanzas personificado por Douglas–, la codicia es buena, la codicia está bien, la codicia funciona, la codicia se abre camino, aclara y captura la esencia del espíritu evolucionario.”

En un diálogo armado en el programa de Fantino, el locutor simuló actuar como interrogador inquisitivo y Marcos Peña aprovechó para demostrar su admiración por el gerenciador de fondos buitre, uno de los principales ejecutores de la política de altísimo endeudamiento del macrismo.  “Lo rebanco –afirmó– es un orgullo para este país que Toto Caputo sea ministro; es de las 10 o 15 personas más talentosas en las finanzas en todo el mundo. Jugaba la Champions League, no jugaba en la B, eh. Y dejó todo para venir a jugársela por su país”. Cuando se habla de ese nivel de las finanzas y se lo promueve como ejemplo no solamente se está planteando un modelo económico de elites, sino que al mismo tiempo se está proponiendo una escala de valores”.(Luis Brushtein, Lobos y buitres, Página 12, 3 de marzo de 2018).

Es increíble que estemos soportando todo esto. Que el Jefe de Gabinete de Ministros nos quiera vender que un especulador financiero que hace negocios con el Estado, es el mejor ministro que podemos tener y que debemos rendirle pleitesía. Porque no te dejás de joder Marco Peña!!, no insultes más la inteligencia del pueblo!!. Ya basta, loco!! Ustedes son una pandilla de mafiosos que están usando el Estado para hacer negocios. Esta es la auténtica verdad!!, lo demás son discursos y chamullos de chantas convertidos en pastores evangélicos, como el Presidente, que se dedica sistemáticamente a insultar la inteligencia de la gente, que cada vez le cree menos y que se va sumando al cantito que se está poniendo de moda y que va en camino de convertirse en un “clásico”.

 

  1. Tengamos claro que las elecciones no son la instancia fundamental en la lucha contra la derecha conservadora neoliberal, aunque, en el sistema político en el que estamos sin ganarlas no está vedado el acceso al poder político, que es un elemento imprescindible en esta lucha. Aunque, también es cierto que acceder al poder político y luego no realizar las acciones necesarias para cambiar las condiciones existentes, principalmente la correlación de fuerzas asimétrica entre la oligarquía y el pueblo, permitirá la continuidad del ciclo nefasto de alternancia entre gobiernos nacionales y populares (a medias) y las restauraciones oligárquicas que vienen devastando a las naciones y pueblos de nuestra región.

José Luis Lens

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Actualmente, Profesor Titular de la Cátedra de Educación Popular en la FCH-UNCPBA y Profesor Adjunto de Ciencias Políticas en la UBA-CBC.

Descubre más desde Autoformación y Empoderamiento

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo