Política

La mejor acción del catastrófico gobierno de Mauricio Macri sería su decisión de renunciar

La mejor acción del catastrófico gobierno de Mauricio Macri sería su decisión de renunciar

Resultado de imagen para macri en el discurso del primero de marzo

El ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni dijo en enero de 2018: ”Yo quisiera que se fueran lo antes posible, para que hagan menos daño”. Siempre me pareció una opinión esclarecida, pero hoy esa frase cobra una mayor dimensión, porque la situación en la que nos encontramos, por obra y gracia del Contubernio Grupo Clarín-Cambiemos-Comodoro Py y el inestimable apoyo de la Embajada de los EE.UU., está llevando a la Argentina y su pueblo, a pasos agigantados, al desastre.

Hambre en aumento entre los sectores más vulnerables e, incluso, creciendo en sectores medios, destrucción de la industria, aniquilamiento del mercado interno, desempleo masivo, desarrollo de una geopolítica regional entreguista pro-norteamericana, suspensión de políticas sociales, recesión con inflación, apertura indiscriminada de las importaciones, desregulación cambiaria, financiera y de capitales, desregulación y ausencia total de control de la formación de precios, caída estrepitosa del salario real, etc, etc. Y lo peor de todo: no existe en el gobierno la más mínima intención de revertir el camino diario hacia el abismo. “Este es el camino”, grita como un chanta desaforado el farsante que nos gobierna, coucheado por el gurú de la manipulación social, Jaime Durán Barba, el monje negro Marcos Peña y el miserable y ridículo filosofastro Alejandro Rotzinger.

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Sobran razones para que “el pueblo”, porque los políticos, lamentablemente, están enfocados en las elecciones, saliendo a la calle y en el modo de un referéndum le pida, con toda razón y energía, la renuncia a Mauricio Macri. Veamos los fundamentos de esta afirmación.

En el discurso del Presidente Mauricio Macri, el primero de marzo en la apertura de la sesiones del Congreso, quedó bien claro:

  • Que no tiene la más mínima idea de qué hacer.
  • Que ya no tiene nada para ofrecerle al pueblo argentino, sólo hambre, dolor, sufrimiento y desgracia. En la Argentina actual de Macri, hoy es mejor que mañana. Lo cual es terrible.
  • Que es un cínico e hipócrita de aquellos.
  • Que si fue un discurso de campaña –como señalaron varios analistas, incluso de la oposición-, se equivocó de cabo a rabo, porque no dijo un ápice de qué piensa a hacer en sus próximos cuatros años. Es más, no dijo absolutamente nada de qué piensa hacer para parar el feroz deterioro social y económico, de aquí a octubre. Cero expectativas de “cambio”, el concepto que tanto hizo para degradarlo.
  • Que estamos frente a un gobernante que no se hace cargo de nada, un verdadero irresponsable que, visto desde los intereses de la ciudadanía, donde estoy parado en este artículo, es un gobernante de una ineptitud sorprendente, de una incompetencia que asusta, de una mediocridad que da vergüenza ajena. Aunque desde la perspectiva de las corporaciones y los intereses del establishment en el que nació y está inserto, logró hacer lo que se propuso como títere de los objetivos geopolítico-locales, esto es, de Washington y el establishment local que se le subordina, así como de los suyos como megaempresario que realizó negociados con el Estado y hoy, de los dos lados del mostrador, lo utiliza para hacer negocios espurios de todo tipo. Está claro que el correlato de estas conductas es la ruina del país y su población.
  • Que si sigue tapando la inacción y el saqueo sistemático del Estado con cataratas de mentiras y ridículos relatos manipulativos, en los siete meses que faltan para octubre, el daño que causará será de dimensiones incalculables para la nación y su pueblo.

Hubo opiniones de todo tipo sobre su coucheado, farsesco, estafador e indignante discurso. Una que me sorprendió negativamente, porque proviene de un analista que respeto mucho por su claro posicionamiento crítico del neoliberalismo y de este gobierno, fue la de Artemio López, quien señaló que desde el posicionamiento del macrismo fue un discurso adecuado por su efecto sobre las audiencias, que tuvo impacto, que mostró el liderazgo de Mauricio Macri y que estuvo bien armado. No comparto en absoluto este análisis. Contrariamente, estimo que fue un discurso muy negativo para el gobierno y nefasto para el pueblo, porque puso al desnudo la enorme debilidad de Cambiemos, insultó la inteligencia del pueblo y no dejó la más mínima expectativa de que hay un plan para cambiar en algo la situación. Fue un discurso que desagradó a propios y extraños. Bastaba ver las caras de sus cómplices en el gobierno. Ni qué hablar de la rabia e indignación que desató en un montón de gente, entre las que me encuentro. Fue un discurso que habilita, sin más, pedirle la renuncia al Presidente.

La descomposición social y económica se acelera día a día, tanto es así que no percibimos cómo podríamos llegar a octubre. Si las dirigencias están dormidas y no lo ven es hora de que el pueblo pida la renuncia de Macri y de todo su gobierno. La constitución prevé caminos para ese tipo de situaciones. Un Congreso que debería hacerse cargo de este dramático momento y la constitución de un gobierno provisorio, de transición, con el cometido de salvar al país, por lo menos para frenar el terrible deterioro que ya se mide por días en nuestro país. Intentar llegar a octubre en estas condiciones de deterioro permanente y acelerado de la calidad de vida, y de la vida, de una parte mayoritaria de la población, tendrá un costo humano y social irreparable, que la historia nos lo demandará.

José Luis Lens

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Actualmente, Profesor Titular de la Cátedra de Educación Popular en la FCH-UNCPBA y Profesor Adjunto de Ciencias Políticas en la UBA-CBC.

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